INGREDIENTES DE LA ANIMACIÓN
VOCACIONAL SA-FA
INGREDIENTES
DE ANIMAÇÃO VOCACIONAL SA-FA
INGREDIENTS OF SA-FA VOCATIONAL ANIMATION
LES
INGRÉDIENTS DE LA ANIMATION VOCATIONNELLE SA-FA
Presentación
Todos estamos llamados a desarrollar nuestras posibilidades y hacernos a nosotros mismos. Somos un proyecto abierto. “Para cumplir la propia vocación es necesario desarrollarse, hacer brotar y crecer todo lo que uno es. No se trata de inventarse, de crearse a sí mismo de la nada, sino de descubrirse a uno mismo a la luz de Dios y hacer florecer el propio ser: En los designios de Dios, cada hombre está llamado a promover su propio progreso, porque la vida de todo hombre es una vocación”[1].
“Si partimos de la convicción de que el Espíritu sigue suscitando vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa, podemos “volver a echar las redes” en nombre del Señor, con toda confianza. Podemos atrevernos, y debemos hacerlo, a decirle a cada joven que se pregunte por la posibilidad de seguir este camino”[2].
El trabajo de la animación vocacional se inserta en
la continuidad de la misión de Jesús. Desde este punto de vista toda la
evangelización debe estar impregnada del sentido vocacional. El trabajo del evangelizador
en todas sus misiones se siente acompañante, mediador entre el Dios Trinidad
que ama, guía y salva y el destinatario de la misión. El animador vocacional es
por lo tanto “una mediación”.
El animador vocacional debe contar con la acción de la
gracia, es Dios quien da la vocación, por lo tanto, debe caminar al lado del
joven, dejándole ser protagonista de su propio camino, respetando la libertad
que tiene en su proceso de discernimiento y ofrecerle herramientas para que lo
haga bien[3].
El Espíritu Santo ha suscitado a lo largo de la historia múltiples formas de vida consagrada, que expresan de diferentes maneras la inagotable riqueza de la vida de Cristo y la variedad de dones del Espíritu. Entre las formas de vida consagrada está la de los religiosos Hermanos. “La vocación del Hermano no es solo ser destinatario del amor de Dios, sino también testigo y mediador de ese mismo don”[4].
Nuestro Instituto, desde la particularidad del don del Espíritu recibido, promueve la animación vocacional como un servicio eclesial. De esta manera hace lo posible para que no falten quienes continúen enriqueciendo a la Iglesia con el carisma del Hermano Gabriel. "Todos debéis preocuparos, queridos Hermanos, por aumentar nuestra Comunidad con buenos candidatos, y os invitamos a ello con todo el ardor de nuestra alma, pues la mies es cada día más abundante"[5].
Ofrecemos una serie de ingredientes, que conforman una unidad, de modo que puedan ayudar a formar la identidad del animador vocacional y ofrecerle algunos principios y medios para el desarrollo de su misión: confianza en Dios, responsabilidad de ser fecundos, aprender el arte, trabajo en equipo y en red, constancia y dedicación, relaciones y contacto personal, inquietud creativa, luchar por la vocación del candidato, riqueza y fuerza carismática, autenticidad.
¿Cómo vivo mi vocación? ¿Desde qué perspectiva me implico en la animación vocacional?
Mi vocación la vivo día a día, como un regalo de Dios y un compromiso al servicio de los demás.
ResponderEliminarMe implico en la animación vocacional desde la convicción de que es una labor necesaria en nuestra Congregación y en la Iglesia para ayudar a los jóvenes a ser realmente felices.