El 9 de abril tuvimos la última sesión
online del curso de animadores vocacionales SaFa. Fuimos más de ochenta,
procedentes de 16 países, los que de un modo u otro participamos en esta
interesante e importante aventura. Ha sido una alegría y satisfacción hacer
realidad en este proyecto vocacional de Instituto.
Juntos vivimos esta experiencia de
fraternidad internacional, intercultural e intergeneracional; juntos construimos
el curso, juntos creamos comunidad SaFa y juntos resolvimos los problemas que
surgieron. Con nuestras mejores disposiciones comenzamos el curso con ilusión,
mantuvimos el buen ánimo, nos centramos en lo positivo, nos enriquecimos con
las aportaciones de los demás y pusimos de nuestra parte.
Hemos conseguido los objetivos que motivaron la realización de este curso: los animadores vocacionales nos hemos preparado para trabajar en la animación vocacional SaFa, ahora disponemos de más recursos para desarrollar nuestra labor vocacional, y hemos creado relaciones más intensas con los otros animadores vocacionales del Instituto.
Agradecemos a Dios la gracia que ha
supuesto el primer curso de animadores vocacionales SaFa. Esperamos que las
semillas sembradas en nosotros, crezcan como proyectos vocacionales en los
lugares donde desarrollamos nuestra misión y fructifiquen en nuevas vocaciones
dentro de la Familia Sa-Fa. Encomendamos a la Sagrada Familia esta aventura
sinodal para continuar caminando juntos.
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