2020/12/15

INGREDIENTES DE LA ANIMACIÓN VOCACIONAL Décima parte

 

INGREDIENTES DE LA ANIMACIÓN VOCACIONAL SA-FA

INGREDIENTES DE ANIMAÇÃO VOCACIONAL SA-FA

INGREDIENTS OF SA-FA VOCATIONAL ANIMATION

LES INGRÉDIENTS DE LA ANIMATION VOCATIONNELLE SA-FA


9.- Riqueza y fuerza carismática.

 

No hay soluciones mágicas, ni se puede copiar todo tal cual de los otros; toca adaptarlo a nuestra forma de ser. Tenemos que aprovechar la riqueza y fuerza de nuestro carisma (cercanía, familiaridad, trato sencillo…) en la animación vocacional. Nuestra espiritualidad nos enseña la fuerza de lo pequeño, recordemos el grano de mostaza del Evangelio; esto lleva, por ejemplo, a cuidar a los pocos que se convocan, realizar actividades para grupos reducidos o acompañar personalmente en lo vocacional.

 

Nuestro carisma, como todos los demás que hay en la Iglesia (1Cor 12,11; LG 12), está al servicio del Reino de Dios. Nuestro carisma nació y se ha desarrollado principalmente como una forma de vida consagrada. Hay tres formas de vida cristiana más destacadas, por su densidad cristológica y eclesial: los cristianos laicos, la vida consagrada y el ministerio ordenado.


Los religiosos estamos especialmente llamados a manifestar lo que significa el reino de Dios (LG 46; PC 1), a través de nuestra vida fraterna, nuestra oración, el servicio a los pobres, y la vida según el estilo del Jesús pobre, célibe y obediente (LG 43).

 

Los votos son las formas que nos capacitan para un hacer según Jesús.

-          La pobreza, en cuanto voto, alude a la posesión y uso de los bienes materiales, e incluye una vida en austeridad, viviendo del trabajo, compartiendo los bienes que poseemos. Ser pobre de espíritu es llegar a abrirse realmente al Dios de Jesús.

-          La castidad se refiere a la sexualidad, la afectividad, la paternidad o maternidad, la sociabilidad. El celibato religioso se entiende desde la virginidad de Jesús. Los religiosos queremos estar seducidos por el amor infinito del Padre y optar por dejar nuestro corazón vacío y abierto, entregado, para que Dios, lo inunde y lo colme.

-          La obediencia se ocupa de otra área importante de la vida humana: la libre disposición sobre lo que hay que hacer. Hacer voto de obediencia es una manera de expresar lo absolutamente en serio que se toma la búsqueda de la voluntad de Dios.


Elementos básicos que conforman la identidad de la Vida Consagrada:

  • Memoria viva de Jesús, que vivió, según los llamados “consejos evangélicos”, pobreza voluntaria, virginidad libremente elegida y obediencia continua al Padre y su misión.
  • La vida fraterna supone una expresión privilegiada de la comunión que es la Iglesia, reflejo de la comunidad trinitaria, en cuanto a la manera de vivir las relaciones interpersonales.
  • Consagración de la vida. Lo distintivo de la vida consagrada radica en la exclusividad de la entrega a Dios, de tal manera que toda la existencia se pone a su servicio de un modo total, pleno y exclusivo.
  • Dimensión profética. La vida consagrada se vertebra como testimonio radical de los bienes definitivos -ya presentes en la historia- gracias a la salvación acontecida en Cristo Jesús, aunque todavía no llevados a su plenitud.
  • Expresión de la llegada del Reino. Toda nuestra vida está llamada a reflejar el resplandor de la irrupción del Reino en medio de la humanidad. Con nuestra forma de vivir, somos estímulo y recordatorio viviente del llamado a la santidad.
  • Manifestación de los rostros de Cristo. Cada congregación y cada carisma se puede entender como un intento de subrayar ante la Iglesia uno de los aspectos de la totalidad de Jesucristo [1].

 

Elementos propios de nuestro carisma.

 

Hermano Gabriel.

 

“El Hermano Gabriel Taborin, consagrado totalmente a Dios y a la Iglesia, es, a la vez, el Fundador, el Padre y el primer miembro, siempre vivo y presente, de la familia religiosa de los Hermanos. El contacto continuo con el Fundador y su conocimiento cada vez más profundo llevan a los Hermanos a la gozosa afirmación de su identidad, iluminan el presente, y orientan el futuro del Instituto. Los Hermanos descubren en la vida del Fundador las características fundamentales del Hermano de la Sagrada Familia. El perfil del Fundador, trazado por los primeros Hermanos, es un punto importante de referencia en su esfuerzo continuo de renovación y de crecimiento espiritual[2].


Espíritu de familia.

 

“Los Hermanos contribuyen a realizar el plan de salvación mediante el espíritu propio del Instituto, que es el espíritu de familia. Este espíritu deriva de los lazos vitales que unían a los miembros de la Sagrada Familia de Nazaret y cuya fuente primera es la Santísima Trinidad”[3].

 

Algunas de los rasgos del espíritu de familia son: contribuye a la dicha, a la prosperidad y a la fuerza de la Congregación; nace de Dios-caridad; lleva a la unión de corazones; amor y ayuda mutua; compartir alegrías, penas, éxitos y fracasos; atenciones recíprocas y entrañable fraternidad; propiedad común; humildad, caridad y trabajo por Dios y la comunidad; estima, interés y preocupación por la Congregación;  aprecio por la Regla y los Superiores; obediencia y pobreza; contribuir a la alegría de los otros Hermanos; paz y satisfacción[4].



Espiritualidad nazarena: Jesús, María y José en Nazaret como familia inspiran nuestra existencia[5].

 

“La vida de Jesús, María y José, como familia, será siempre su punto de referencia. Los Hermanos aprenden a meditar y a vivir el Evangelio a la luz del misterio de Nazaret donde Jesús comenzó a cumplir lo que más tarde había de predicar. Esta espiritualidad nazarena animará toda su vida. Ponen de manifiesto su voluntad de servir a Dios y a los hombres, viviendo el misterio de Cristo en su vida de familia con María y José. Quieren profundizar cada día más en el plan de salvación revelado en Nazaret”[6].

 

El Hno Gabriel se expresaba así: “El corazón de un cristiano y especialmente el de un religioso de la Sagrada Familia debería estar a menudo, mejor dicho, siempre, bajo el humilde techo de Nazaret, en medio de esta augusta Familia que reúne en sí todas las virtudes divinas y humanas”[7].

 

-          En Nazaret se oraba. Se refiere a la vida de fe del cristiano en su condición de hijo/hija de Dios e incluso de apertura a la trascendencia que tiene toda persona.

-          En Nazaret se trabajaba. Nazaret nos muestra como la encarnación consiste en hacerse progresivamente hombre/mujer conservando la esperanza.

-          En Nazaret se amaba. Se refiere a las relaciones que están orientadas por el mandamiento del amor a Dios y al prójimo. La caridad y la comunión lleva a ser hermanos/hermanas que viven en fraternidad.

 

-          Las virtudes características: la humildad, la sencillez, la unión, la obediencia y la entrega eran el alma de las relaciones entre Jesús, María y José que cada Hermano de la Sagrada Familia, cada casa del Instituto deben tratar de formar y reproducir[8].

 

Misión: educación cristiana, catequesis, animación litúrgica, solidaridad[9].

 

“Del mismo modo, fieles a la historia del Instituto y al magisterio de la Iglesia, compartiendo el carisma del Fundador, los Hermanos están abiertos a las necesidades de la Iglesia local. Participan en su pastoral principalmente por medio de la educación cristiana, la catequesis y la animación litúrgica”.

 

“A ejemplo de su Fundador los Hermanos conceden a la catequesis el primer puesto en su trabajo apostólico. Se esmeran para que su catequesis responda a las necesidades de los tiempos y lugares”.

 

“Herederos del dinamismo apostólico de su Fundador, los Hermanos se dedican a promover la vida litúrgica, de la que son activos participantes y animadores”.

 

“Los Hermanos se dedican principalmente a la educación cristiana. En el medio escolar se ocupan, a la vez, de la educación de la fe y de la formación humana, en un ambiente de libertad y caridad evangélicas”.


“Los Hermanos conservan vivo y operante el espíritu misionero, heredado de su Fundador. De acuerdo con la obediencia permanecen disponibles a las llamadas de la Iglesia y se esfuerzan por estar presentes allí donde el Evangelio no haya sido anunciado suficientemente todavía”.

 

¿Qué aspecto en tu vivencia de la vida consagrada te parece más importante subrayar en relación a la animación vocacional?

¿Cómo podemos aplicar la riqueza de nuestro carisma a la animación vocacional?



[1] Cfr. Alfonso Pedrajas Moreno, SJ “¿LLAMADOS Y ELEGIDOS? La atenta tarea de la pastoral vocacional” Fichas: 26, 27 y 28. 

[2] Cfr. N° 3 y 9 Constituciones de los Hermanos de la Sagrada Familia. Roma 2009.

[3] N° 11 Constituciones de los Hermanos de la Sagrada Familia. Roma 2009.

[4] Cfr. Hermano Gabriel Taborin: Circular n° 21, IV, del 2 de julio de 1864.

[5] Cfr. “Los vínculos que nos unen en Jesús, María y José”. Págs. 25-39.

[6] Cfr. N° 6 y 7 Constituciones de los Hermanos de la Sagrada Familia. Roma 2009.

[7] Hermano Gabriel Taborin: Nuevo Guía 607.

[8] Cfr.Hno. Esteban Baffert: Circulaires et Conférences, El Espíritu del Instituto. Conferencias para el retiro de 1934.

[9] Cfr. N° 16, 122, 123, 124 y 128. Constituciones de los Hermanos de la Sagrada Familia. Roma 2009.

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