2022/08/15

Ingredientes de la animacion vocacional Sa-Fa 8

En la animación vocacional: ¿Me cuestiono como animador?

Ante todo, un animador vocacional, como cualquier otro profesional, necesita estar siempre en fase de cuestionamiento y formación. El cuestionamiento es una necesidad que guía nuestras acciones para hacernos crecer.

La primera pregunta que debería hacerse entonces un animador vocacional es: ¿Estoy contento con mi vocación?, ¿Mi confianza en Dios es lo suficientemente fuerte?, ¿Hasta qué punto he sido capaz de verme y evaluarme como un buen medio para que Dios me utilice como animador vocacional?

Cuestionarnos permite también no caer en el inmovilismo, saber adaptar las situaciones a las realidades o necesidades que lo requieran para evitar volvernos obsoletos en la proposición del plan de Dios. A partir de ahí seguirán los cuestionamientos para convertirnos en mediadores creíbles en la animación vocacional e irán surgiendo otras preguntas para poder llevar a cabo este servicio de manera honesta y responsable.

Mientras se lleva a cabo la animación hay un tiempo para reflexionar sobre cómo me preparo antes de la tarea a realizar, qué estrategias debo utilizar para tener éxito y si lo que estamos haciendo es lo que Dios espera de nosotros. 

El cuestionamiento puede ser el motor de la animación vocacional cuando nos damos cuenta que no tenemos las respuestas en nuestras manos, que la vida es dinámica y que cada día exige resoluciones diferentes porque las preguntas también cambian.

Debemos cuestionarnos continuamente para saber si la otra persona nos comprendió. Suele pasar que uno dice o hace algo, pero la otra persona lo decodifica e interpreta distinto.

Cuestionarnos sobre cómo estamos haciendo las cosas, revisar y evaluar ayuda a descubrir nuevas posibilidades y a identificar los problemas para dar lugar a soluciones nuevas, los problemas tienen el poder pedagógico de fomentar la creatividad.

Obviamente que a cada paso nos iremos preguntando cómo podemos mejorar, si podemos atender a las necesidades que se nos plantean en la pastoral, la manera en que podemos hacer llegar el mensaje, si somos creíbles, si sabemos mirar a los candidatos de manera activa, con entusiasmo y alegría, si estamos poniendo todo el esfuerzo.

En el caso de ser un Hermano animador se suman cuestionamientos relacionados a la vida de la Congregación y en comunidad, ya que un Hermano elegido por Dios debe hacer Su voluntad y promover a muchas personas para la Congregación.

Entonces el cuestionamiento sería: ¿Me gusta seguir la misión de Dios y de la Iglesia? ¿Tengo pertenencia a la Congregación? ¿Soy un buen Hermano religioso?  ¿Cómo puedo vivir mejor mi consagración? ¿Estoy colaborando y participando en la misión del Instituto para promover las vocaciones?  ¿Hago mi trabajo en nombre de nuestra Congregación y en el nombre de Jesús?

A partir de ahí y en relación a la actividad de animador vocacional de futuros candidatos, el cuestionamiento primordial es saber cómo en la actualidad la llamada de Dios puede llegar a nuestros adolescentes y jóvenes, si somos fieles a la misión, si tenemos constancia, si nos estamos comunicando claramente con ellos. Si no hay respuestas de parte de los jóvenes al plan de Dios debemos preguntarnos cómo es el testimonio que damos y en qué estamos fallando.

¿SOY un mediador CREÍBLE?

Ser un animador vocacional creíble es todo un desafío ya que corremos el riesgo de predicar algo que no vivimos todo el tiempo. Por eso es tan importante la humildad, que nunca nos creamos más dignos o más cercanos a Dios que los demás.

Somos creíbles cuando presentamos a Jesús y no a nosotros mismos, cuando vivimos el carisma y no una idea, cuando confiamos en la gracia y en la comunidad que nos acompaña y apoya y no en nuestras fuerzas, enfrentando los desafíos, aceptando la realidad, entendiendo el escenario actual y ajustándonos a ello con el equipo de formación.

Para ser mediadores creíbles debemos ser coherentes entre lo que creemos, pensamos, decimos y hacemos, respetando lo acordado y programado, a través del testimonio de vida. Si no fuera así se perdería autoridad moral para evangelizar.

Somos creíbles viviendo primero nuestra propia vocación, mostrándola y expresándola, abriéndonos y proyectando otras formas de vivir la fe, de animar y acompañar.

A su vez somos “fiables” si confiamos en nosotros mismos, por eso es importante trabajar la autoconfianza que surge de la confianza en Dios. Confiar en uno inspira confianza en los demás y hace que el acompañado perciba no una respuesta ya hecha y acabada, sino una respuesta actualizada.

                                    

Por último, es fundamental mostrar con alegría la vocación que elegimos, viviendo la vocación de forma auténtica y feliz. Los candidatos tienen que percibir que somos felices y que nos sentimos realizados con nuestra vocación. De esta manera tendremos argumentos y experiencias para convencer y animar a otras personas a formar parte de este proyecto, teniendo claro que lo que hago no es un trabajo, sino una misión.

2022/08/12

New aspirants in Asia.

 

Pray to the Lord of the harvest to send many labourers.

We, the communities of Asia join our hands together to give thanks to God for the fruits of the vocational animation during the school year 2021-2022. Though it had been still hard to explore for vocation promotion in different places and having still restrictions in some countries, Brothers vocational animators made many creative efforts to meet candidates in schools, parishes and pastoral groups. We were able to conduct vocation camps and visited the families of the candidates.


At the end, we have received rewards from the Lord for our hard work in welcoming 61 new candidates to the different formation houses of Asia:

Nita- 21; Lasang-5; Eluru- 25; Madurai- 10.

The animator of the Asian Cluster or Vocational Coordinator extends his gratitude for the work had been done and congratulate the Brothers in charge, Brothers collaborated and Lay partners for your hard work, dedication, commitment and support because without you, this result had not been made possible.


The Vocational Team of the Institute would like to congratulate you too and would like to encourage you for more and better mission in our field of vocation promotion in the near future.


2022/08/07

Ingredients of SaFa vocation animation 7

Vocation Animation: WHAT HAVE WE LEARNED?

We had said that vocation is a gift, a personal call for the mission in life and that the work of a vocational animator is to help others to discover that call. At the same time, not all the people feel that they have the capacity to awaken in others a vocation.  So what should we take into account to be vocational animators?

VOCATIONAL ANIMATION:

It is a complex and continuous process that is carried out in different ways and at different times, but always supported by God and his Word.

Vocational animation means entering and participating in the mission or project of Jesus, where candidates are helped and guided to be able to listen and respond to God's call.

It is a mission where few things are controlled, since it is a task in which God is the primary actor and man with his freedom is the determining agent in supporting with his choices and actions the mission of accompanying the processes and the journey of the candidates.

On the other hand, it is a matter of faith, therefore it is necessary to enter into an attitude of trust and abandonment in the hands of God, so that He may give the necessary actions.

Vocational promotion is an art that improves as it is shared with others, it is like an epidemic that is contagious and to transmit it is essential to give testimony of life.

Success is not always associated with fruitfulness, sometimes the processes take other times, and sometimes it is a very hard and "ungrateful" mission because it is not understood or valued by others. 

The promotion of vocations offers a daily, successive and progressive learning, as in drops; it is like learning a trade, it is a process of evolution where nothing can be done all at once. Therefore, it is necessary to understand that vocation promotion, like vocation promoters, is not born or grow with perfection achieved, but that it is learned and grows along the way.


THE VOCATIONAL ANIMATOR:

First of all, he must recognize the call to be an animator, understand that he is only a mediator between the young person and God. He must perceive the vocation to animate as a gift from God and he must be the main reason for responding to that call, not for personal interests, the interests of the Congregation, or of the pastoral ministry or of the mission. 

He must be attentive, so silence and prayer are necessary in order to be aware of God's will and to know how to leave everything in his hands.

A vocational animator is not born, he is made. At the beginning, he does not know how to begin, but by looking at others, he learns this art little by little.

Sometimes everyone is directly involved and sometimes he is the one in charge, talking about it in community meetings and sharing experiences to coordinate and organize efforts with simple and practical plans, with teamwork and collaboration. In this way, even if the activity is demanding and challenging, the person in charge of vocational activities feels supported and the result is more fruitful.

The process is like an “osmosis” of conscience, which is achieved with accompaniment, with the simple fact of being, listening, with constancy and dedication, without haste, with creativity, empathy, effort.

An animator must feel a "motivation to infect", have patience, be very careful when entering into the heart of the candidate and be open to listen without judging, accepting him as he is. The vocational animator must try to connect with the person being accompanied so that he may have faith in God, he must be responsible and look for different instances of formation and planning.

In short, his accompaniment requires a lot of persistence, faith, commitment and organization.


SOME TIPS FOR VOCATIONAL ANIMATION:

 The most important ingredients for vocational animation are:

# To trust in God, who is the Master of the mission and of the harvest.

# To be responsible so that the work may be fruitful.

# To have richness and charismatic strength by being connected to the Spirit of God.

# To work as a team with other Brothers.

# To be attentive to the candidate's feelings and sensitivities.

# To go out of the comfort zone and seek the paths that are necessary.

# To recognize the need for self-confidence in order to be more credible and reliable.

# To bear witness of life by being consistent between what it is said and what it is practiced.

# To be creative and know how to adapt to the requirements of each candidate.

# To take into account cultural and family contexts.

# To respect the processes and times of each one.

# To pray with great faith.

As Christians we have the mission of Jesus who sends us to evangelize, in the places and with the people we meet along the way. Likewise, the Shared Mission, together with the Brothers of the Holy Family, impels and inspires us to try to be faithful to the foundational legacy of Brother Gabriel.

Christ loves us with all that we are; there is always ways for improvement with Jesus of Nazareth as our image, the Holy Family as our model and Brother Gabriel as our example.

We should give testimony of our own process, of when I felt the call and how I decided to follow Christ; of the falls and the ups and downs, of how we continue walking and learning in community.

Finally, we must keep in mind that vocational animation is of great importance for the continuity of the Institute and gives us the opportunity to become salt and light for the life of others and to bring more workers to the harvest of the Congregation.



2022/08/05

Vocation camp and First Professions in Burkina

Vocation camp.

The vocation-formation commission organised a formation session for the candidates of the Holy Family Brothers from 18 to 27 July 2022 at the Gabriel TABORIN school.  This annual session brought together 58 young people, including one from Benin (Tanguieta). It was led by Brothers Nazaire BAKOUAN, Marcel ZOUBGA, Georges SYAN and Pascal RAYAISSE. Brothers Romaric BAKY and Eloi NANA were present and supervised during the ten days.

First Professions

Saint Andrew Parish of Saaba was very full this 26th July 2022 as the other years. Saint Anne Province of the Brothers of the Holy Family had invited its members, friends, collaborators and sympathisers to join and celebrate the Patronal feast of the Province.

At 9:00AM, the entrance song was given and we could see many priests in the procession. Two Catholic Bishops: Most Reverend Pierre Claver Malgo, Bishop of the Catholic diocese of Fads in the East, and Most Reverend Alexandre Y. Bazie, Auxiliary Bishop of the Catholic Diocese of Koudougou; were in the queue. Many Religious men and women have also turned out, as usual, with an incalculable crowd of lay people.

Three Brothers were taking their vows on this occasion; while one was thanking God for 25 years of vows. Brother Camille Guirou and Brother Noel Yantekoua made their First Profession and Brother Robert Nabi was taking his perpetual vows. The jubilarian was Brother Toussaint Zoma.

We give thanks to God for their commitment and we the Holy Family to enlighten, to protect and to help them in their vocational journey.


2022/07/31

Ingredientes de la animación vocacional SaFa 6

La importancia que tienen los procesos, la comunión, la experiencia y los elementos esenciales en mi hacer vocacional.

El trabajo vocacional es una combinación de procesos, comunión y experiencias y no se pueden separar ya que se relacionan entre sí formando parte de los elementos esenciales en la actividad de animación vocacional.

LOS PROCESOS       

Los procesos son importantes en cualquier actividad para alcanzar los objetivos propuestos y orientar las metodologías a desarrollar.

Deben tenerse en cuenta ya que el trabajo de animación vocacional muchas veces no va a ser como uno espera o quiere, los tiempos de cada persona, sus circunstancias, su contexto de vida, la realidad de cada uno está lejos quizás de las expectativas, por lo tanto, los procesos deben llevarse a cabo con paciencia y mucha comprensión.

Se debe estar atento a cómo son vividos y experimentados, tanto los que están ya estructurados y establecidos como los propios de cada persona. Es fundamental tratar de entender, dedicarle tiempo, escuchar, observar y respetar los diferentes crecimientos en los procesos de las personas ya que ayudan a madurar. Respetar los procesos implica confiar en el trabajo realizado y saber esperar sus frutos con paciencia y confianza. 

También es importante desencadenar procesos de concientización, acompañamiento, trabajo en equipo, humanización, escucha, apertura espiritual y personalización; centrar las preocupaciones educativas y pastorales en aspectos como: el encuentro personal con la centralidad en la Palabra, la pedagogía vocacional, la conversión pastoral y abrir las puertas para la experiencia de nuestra espiritualidad encarnada y el diálogo vocacional.

Para esto la presencia de la comunidad formativa es sumamente necesaria para poder ofrecer una propuesta de vida en equilibrio, conectados con el todo, llenándose del amor de Dios que nos rodea y así poder acompañar a otros a descubrir su vocación.

LA COMUNIÓN

Comunión es saberse hijo de Dios, hermano de las otras personas, miembro de una misma familia. Es el vínculo que nos permite estar unidos a Dios y a todos aquellos que tienen una misión especial que cumplir.

Somos el brazo de Dios en la tierra y ese brazo debe estar siempre extendido hacia los demás, en comunión con la Iglesia y la pastoral diocesana, por ende, con los párrocos, catequistas, formadores, etc. Por eso es importante formar parte de un grupo, estar insertado, implicado y dispuesto a servir a otros seres humanos en comunión.

La comunión radica en ponerse en el lugar del otro, asumirlo con sus problemas, dificultades, dudas y temores, aceptándolo como es, es decir, dándonos cuenta que en la tarea que hacemos existen diferentes visiones que, aunque a veces parecen entrar en conflicto, en muchas ocasiones son oportunidades de enriquecimiento.

La comunión implica la renuncia a nuestro ego e ir al encuentro con el otro para trabajar en equipo y ayudarnos mutuamente entre animadores y aspirantes.

Comunión significa compartir, formar parte, es la búsqueda de la armonía entre el animador vocacional junto a la persona que se acompaña, para crecer y enriquecernos con nuestras diferencias, superándolas, teniendo en cuenta la meta final que es hacer germinar la semilla de la vocación.

Se debe tener un objetivo, discutir las perspectivas y los desafíos para crear comunión a partir de las diferencias y hacer crecer las actitudes vocacionales. El ejercicio de la animación vocacional debe llevar también a la comunión, porque la vocación es comunitaria y no individual.                       

LA EXPERIENCIA

  • La experiencia es vital y ofrecer la experiencia de vida sumada a la actitud de aprender sostenidamente cosas nuevas, es muy positivo. La experiencia es el mejor maestro.
  •  La experiencia de vida personal compartida es muy útil para apoyarse mutuamente, especialmente en la promoción de las vocaciones.
  • La experiencia es necesaria para tener más respaldo en los acontecimientos y cuestionamientos que se presenten, ayuda mucho a madurar la vocación y por lo tanto también ayuda a otros a emprender un camino de seguimiento a Cristo.
  • La experiencia propia del animador debe reflejar y proyectar el amor del Padre para que haga surgir la fe y la vocación  en el acompañado, aunque, si bien deberíamos ser fiables, no estamos en posesión de la verdad absoluta.
  • La experiencia es importante para involucrarse, para participar, para sentirse parte del proceso, como forma de crecimiento y discernimiento.
  •  La experiencia ayuda a hablar desde la realidad en que vivimos, con un lenguaje claro, preciso, sencillo y directo, para que se entienda que la vida y la felicidad están en nuestras manos y que depende de cada uno el éxito o el fracaso de la misión que se realice.

    La lógica cristiana de la encarnación nos invita a pensar una pastoral vocacional con los pies en la tierra, a reflexionar y hacer propuestas desde la realidad que vivimos; de allí la importancia de la experiencia de vida y las actitudes de los animadores y acompañantes.

LOS ELEMENTOS ESENCIALES

Existen elementos esenciales para la realización de la animación vocacional. Si no los respetamos, valoramos y propiciamos, no hay animación vocacional que sirva. Lo más esencial es que Jesús está en nuestras vidas y muchos de estos elementos formaron parte de la pedagogía de Jesús.

Uno de los elementos esenciales es diferenciar lo importante y necesario de lo accidental y accesorio, es necesario ensanchar la mirada para reconocer lo esencial, poder tomar distancia y tener un tiempo de encuentro con Jesucristo ya que cada vez que nos alejamos de su lado, perdemos el rumbo. Debemos contemplar el plan de Dios para la animación vocacional y no quedarnos con sólo cumplir planificaciones, actividades o dinámicas preestablecidas.

Otro elemento esencial que se tiene que tener en cuenta es respetar los tiempos de cada uno, esto es fundamental, pues cada persona recibe y asimila las llamadas y las opciones de manera diferente; si todos fuéramos iguales no existirían los carismas.

Sin dudas son esenciales la oración y el encuentro con Dios en la Eucaristía, compartir la alegría del evangelio, la paciencia, la comprensión, la empatía, calmar la ansiedad y no desilusionarse. 

También la comunicación es muy importante para ayudar a descubrir el sentido de la vida, para aprender/enseñar con el amor que Dios siente por nosotros y es fundamental el testimonio personal, ser auténticos en nuestra propia vocación.

Como animadores vocacionales es esencial conocer el camino, mostrar el camino y de hecho necesitamos ir por el camino naturalmente, a la par del candidato.           

Por lo tanto, en la tarea de animación vocacional son importantes tanto los procesos, la comunión y la experiencia, como los elementos esenciales para que la llamada se canalice y se cristalice.

2022/07/29

Vocation camps in the Philippines

The communities of Philippines had the privilege to welcome some youngsters during our vocation camps. 

The first vocation camp was held from 16th to 19th of June in which five young Filipinos took part. The second vocation camp was held from 7th to 10th of July in which 12 young Filipinos participated. All the Brothers of the delegation collaborated in accompanying the youngsters in various activities. 

All the activities were focused or conducted in order to help the candidates to understand the call of God, to know vocation and mission of the Brothers and helped them to discover their vocation. We pray to the Lord of the harvest that He may send some of these workers to His vineyard.









2022/07/24

Ingredientes de la animación vocacional SaFa 5

¿Quiero ser fecundo en mi tarea como animador vocacional?

Ser fecundo significa producir resultados buenos y abundantes, tener muchos logros en lo que se realiza. Toda persona que hace una actividad o un trabajo quiere ser fecundo. De hecho como animadores vocacionales también queremos ser fructíferos. No tiene sentido emprender el camino de animador vocacional si no se desea ser fecundo en la labor.  Si no fuera así se convertiría en un deber de obediencia durante algunos años y esa actitud nos llevaría a alejarnos de la voluntad de Dios.

Los que tenemos esta misión de animadores vocacionales, definitivamente queremos ser fecundos, esto es el mayor deseo y a la vez el reto más grande; sentimos que el hecho de llevar a otros a vivir las enseñanzas de Cristo es parte de la misión en nuestras vidas. Como dice el Evangelii Gaudium «Yo soy una misión en esta tierra, y para eso estoy en este mundo». 

Sentimos además que es una responsabilidad, como hijos de Dios, tratar de ser fecundos en la tarea de animador e intentar despertar en otros la vocación de ser un Hermano o laico comprometido con la fe. Como diría el Papa Francisco en la exhortación apostólica Christus vivit: “Somos llamados por el Señor a participar en su obra creadora, prestando nuestro aporte al bien común a partir de las capacidades que recibimos. Porque nuestra vida en la tierra alcanza su plenitud cuando se convierte en ofrenda. Por consiguiente, hay que pensar que: toda pastoral es vocacional, toda formación es vocacional y toda espiritualidad es vocacional”.

El éxito en la actividad de animación vocacional es la esperanza de todos y nos basamos en la frase de nuestro fundador: “Si esta obra es del hombre perecerá, pero si es de Dios perdurará para siempre”. Estas son las palabras que nos inspiran en el cumplimiento del deber como animador vocacional para poner a Dios en el centro en esas tareas y para que  se conviertan en la obra que Dios nos ha confiado. De lo contrario, seríamos inútiles en la Congregación e incluso en la Iglesia; porque no sólo no estaríamos haciendo la misión sino que tampoco permitiríamos que otros la hagan. La animación vocacional debe ser fecunda, debe generar vida ya que no ser fecundos sería no dejar “descendencia”.

Un animador vocacional no nace, se hace, igual que uno aprende a ser herrero forjando,  cuando uno empieza a realizar este servicio, observando lo que hacen otros animadores vocacionales, proponiendo iniciativas y poniendo empeño, se aprende. La fecundidad no depende sólo de nosotros, de nuestras acciones, de nuestras actividades, se fortalece en la comunión con el Señor, en la comunión con nuestros hermanos y en la comunión con nuestra Casa Común.

Sin embargo, a veces las expectativas no coinciden con la realidad y nos dejamos llevar por las espinas y las piedras que nos rodean y se siente que nos faltan herramientas o conocimientos para dar mejores frutos ya que nos gustaría poder contagiar el carisma respetando las historias personales, familiares y comunitarias de cada sujeto. 

En el contexto actual es muy desafiante conseguir vocaciones reales o dignas y puede aparecer la tentación de dejárselo todo a Dios o a los otros ante las dificultades y la esterilidad que se vislumbra en el desarrollo de esta misión. Sin embargo, la sabiduría de la vida nos enseña a hacernos cargo de los problemas tomando conciencia de su existencia, sin negarlos ni rechazarlos, sino acogiéndolos. Por lo tanto hay que hacer todo lo posible para que el resultado sea el mejor con la cooperación de Dios que llama, para ser partícipes de su obra. Pero somos nosotros los que tenemos la responsabilidad de poner los medios para que esa llamada se canalice y cristalice: “que Dios se sirva de mí para realizar su voluntad” y trabajar así esperanzadamente en la construcción del Reino.

Como animadores deseamos también que otros puedan experimentar la vida cristiana vivida desde la perspectiva nazarena y se sientan parte de una familia. Eso también es darle sentido a lo que  hacemos y dotar de sentido nuestra propia vida: buscando siempre que la persona se apasione de las cosas de Dios, se anime a tener una experiencia con este Dios que nos ha regalado su amor y que conozca el carisma del Hermano Gabriel, que debe seguir viviendo y  marcando una diferencia en las comunidades y en las escuelas. Queremos dejar descendencia y tenemos que saber que cada candidato encontrado es un “posible Hermano”. También intentamos ayudar a las personas a través del Evangelio para que puedan entender el sentido de sus vidas.

La fecundidad se produce cuando hay preparación y confianza en la tarea o misión que se lleva a cabo. Los frutos vocacionales, o sea los resultados no suelen seguir los criterios humanos, ni los objetivos de tiempo o las horas de trabajo. La lógica de Dios, que también es vocación, tiene otros criterios: perseverancia, confianza, entrega, armonía, cercanía. 

Quizá la pregunta sea: ¿CÓMO? 

- Observando las necesidades locales y las del entorno, 

- tratando de desarrollar en un carácter capaz de ayudar a los demás, 

- confiando en la gracia, respondiendo con responsabilidad al llamado de lo que Dios quiere para nosotros en cada circunstancia de la vida, 

- discerniendo permanentemente bajo el soplo del Espíritu de Jesús por la fecundidad de la Iglesia, prosperidad del Instituto y de nuestra Familia SaFa,


E
so es lo más importante en el trabajo que realizamos, que la semilla que se siembre en el corazón de los jóvenes pueda brotar y dar frutos, teniendo la capacidad de reinventarnos, con el testimonio de vida, irradiando luz y esperanza en las familias y comunidades, a través de la oración, de la comunicación, de la disponibilidad y la escucha, aprendiendo tanto de la experiencia personal como de las experiencias de otros hermanos y hermanas, trabajando en equipo, poniendo nuestros dones al servicio de la pastoral, de la tarea concreta enmarcada en el carisma propio de los Hermanos. 

Por otro lado, es importante la paciencia y el respeto de los tiempos y procesos de cada candidato y la perseverancia. Éstos son algunos de los medios que hacen posible que la misión de animación vocacional pase de la teoría a la realidad, que se encarne.

Es cierto, también que hay momentos difíciles en los que no es fácil la misión, pero precisamente hay que observarlos desde la óptica de la oportunidad. Una de las frases que marcan mucho la tarea pastoral es: Donde abundó el pecado sobreabundó la GRACIA. Esto alienta cuando todo se vuelve en contra, porque el grano de trigo debe morir para ser fecundo, por lo tanto, no siempre será fácil y siempre será un riesgo y una aventura. Pero indudablemente el anhelo más grande como animadores vocacionales es ver los frutos y verlos en abundancia.

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