Ingredientes de la animación vocacional Sa-Fa 14

La inquietud creativa en la animación vocacional

La creatividad es el resultado de la combinación de varios elementos: ideas innovadoras, conceptos originales, predisposición a inventar, aprovechar las oportunidades de otra manera, encontrar procedimientos o elementos para desarrollar labores de formas distintas a la tradicional. La creatividad es positiva y dinámica.

La animación vocacional debe contar con una actitud creativa en los animadores, para lograr no solo detectar posibles candidatos sino llevarlos a que experimenten ese nuevo camino de búsqueda vocacional. 

La inquietud creativa debe estar llena de esperanza, debe ser alegre, curiosa, atractiva para ir probando diferentes caminos y formas de animar. Se deben aprovechar todas las oportunidades que van apareciendo por insignificantes que parezcan hasta encontrar la que se vea más fructífera. Requiere estar siempre en búsqueda, abrirse a otros conceptos, parámetros, estilos, miradas para lograr mostrar y ofrecer un nuevo camino o estilo de vida que sea atractivo para las personas.

Como siempre la oración debe acompañar los procesos de creación, para meditar y reflexionar sobre las circunstancias que rodean el trabajo de animación. También la formación es necesaria para aprender metodologías, técnicas, recursos nuevos para enriquecer la misión y comprender mejor las nuevas generaciones.

¿De qué manera podemos poner en práctica la actitud creativa?

En principio, todas las personas que conozcamos y muestren interés son posibles candidatos. Esto significa que tenemos que estar atentos siempre y hacer que nuestra misión sea más creativa año tras año. No tenemos que conformarnos con lo establecido, hay que estar siempre en la búsqueda.

Hay que aplicar el “método de Jesús”: acercarse a las personas, escuchar, tomar la iniciativa de diálogo, caminar a la par, ya que lo más importante es el encuentro con el otro y con la comunidad. Estar siempre en camino, tratando de encontrarle sentido evangélico a la realidad y empatizando con las personas para que descubran los llamados de Dios en sus vidas.

La actitud creativa nos exige salir de la zona de confort, enfrentar nuevos retos, con espíritu de salida, buscando nuevos horizontes, explorando nuevos territorios, nuevos espacios, nuevas culturas sin límites geográficos. Es salir al encuentro de candidatos en los lugares menos pensados y más necesitados. Es ir por más, redoblar la apuesta, animando a otros a descubrir sus dones y dar lo que tienen. Para esto hay que dedicar tiempo y ganas para seguir buscando.

La inquietud creativa debe ser constante. En cada momento se debe pensar en algo nuevo, diferente, enriquecedor para poner en práctica, pidiendo la colaboración de otras personas y contribuyendo al crecimiento, la evolución y la mejora de todos. Hay que ser persistente en acompañar a los candidatos y tener en cuenta que hay que ir más allá de las expectativas. 

      

RECURSOS Y MEDIOS

La animación vocacional debe estar actualizada siempre y los modos de llevar adelante la actividad también deben ser más creativos e interesantes para las nuevas generaciones. En la actualidad se cuentan con muchas herramientas y recursos para las actividades creativas. Se pueden usar nuevos elementos e incorporar otras maneras para ayudarnos a obtener mejores resultados.

Los medios de comunicación son la mejor forma de comunicarse con los candidatos interesados y se deben aprovechar para acercarse a través de ellos. El contacto regular con los candidatos por medio de llamadas telefónicas, Facebook, Instagram, videoconferencias, WhatsApp, Messenger, cartas, YouTube, Zoom, etc. permiten compartir información que despierte su interés por nosotros, creando una relación de empatía y acercamiento.

También el uso de la música, las canciones, los trabajos comunitarios, los grupos de oración, las peregrinaciones… deben ser utilizadas de maneras nuevas, ingeniosas, atractivas, a la altura de los intereses que tienen los jóvenes o las personas adultas en la actualidad.

Podemos concluir entonces que la inquietud creativa es fundamental para seguir adelante con la misión de animación y da lugar a más y más trabajos a favor de las acciones que se deban realizar. No se puede estar satisfecho con lo hecho sin intentar buscar nuevas maneras de obtener los propósitos que se buscan. Tenemos que contribuir cada vez más para que surjan nuevas vocaciones y no conformarse. Es obvio que para ello hay que sacrificar la tendencia a la comodidad y a hacer siempre lo mismo.

En nuestro camino como animadores vocacionales nunca debemos decir que lo que hemos realizado es suficiente. Siempre hay que estar atentos a las señales y signos que nos van llegando para intentar ser parte de una experiencia humana y tratar de llegar a una experiencia religiosa.

Tenemos que ser capaces de caminar tras las huellas de Cristo y tener la fuerza de estar siempre disponibles para todas las ideas nuevas que surjan intentando cosas innovadoras que otros no hacen; aprovechando todas las oportunidades que aparecen por insignificantes que parezcan y poner toda nuestra creatividad e imaginación en pos de conseguir los objetivos planteados.

Hasta la próxima….